¿Cómo acercar la tecnología a la tercera edad?. Un reto necesario.
Hoy en día muchas son las personas que dicen
expresiones tales como “Ahora los niños ya vienen con el teléfono en la mano” o
“ya saben cómo usar la computadora” a menos que exista un “gen de la
computación” o el “cromosoma del smartphone”. Esto sin duda es imposible.
Los llamados “nativos digitales”
la incorporan más rápido y logran manejar en cuestión de minutos casi cualquier
dispositivo que llegue a sus manos. En casa, en la escuela y con los amigos,
tienen la oportunidad de probar, ensayar y terminar por convertir estos
aparatos en extensiones de su propio cuerpo.
Ver a un bebé manipular una
tableta puede sugerirlo, pero, al menos por ahora, la ciencia no ha
identificado ese cambio en la evolución biológica. El ser humano no nace
sabiendo cómo usar el celular, la computadora o el microondas. Tiene que
aprender.
En esa generación los padres se
vuelven los alumnos de los hijos, ya que ellos están más familiarizados con las
nuevas tecnologías, los pequeños nativos se vuelven profesores; enseñando el uso
de las nuevas tecnologías, puesto que las personas mayores se ven obligados a
aprender a manejar el correo electrónico y el smartphone, entre otros, porque
el trabajo se los exige.
Estos extranjeros digitales
eventualmente se vuelven ciudadanos del nuevo y cambiante mundo tecnológico. Los
mayores, es decir los abuelos de los “nativos digitales” son los que están más
alejados de ese mundo. El asunto es que también viven en
él y deben adaptarse para que la propia tecnología no los destierre de la
sociedad.
Los adultos mayores pueden
aprender a manejar la tecnología, y de hecho ya lo hacen. Cada vez hay más
abuelos en Facebook y Twitter, accediendo a Google y YouTube, o incluso jugando
al Candy Crush.
Más allá de las “clases” que sus
nietos o hijos puedan darles, hay adultos mayores autodidactas y aquellos que
asisten a cursos de informática, sustituyendo los de crochet o cerámica de
antaño. Pero así como están los abuelos que quieren introducirse al mundo de
la tecnología, hay otros que simplemente no le ven el sentido de aprender a
hacer uso de las tecnologías.
Es en ellos en los que queremos
hacer hincapié en este artículo. Para acercar la tecnología a la tercera edad
conviene seguir una serie de consejos, con el fin de facilitar el aprendizaje y
salvar las barreras. Aquí te damos unas ideas.
Claves para despertar en ellos el
interés al aprendizaje de las nuevas tecnologías.
Uno de los primeros requisitos
para acercar la tecnología a las personas de la tercera edad es que vean
utilidad en ella. Si conectarse desde su smartphone les sirve para estar
comunicados con familiares y amigos o para informarse sobre el tiempo y las
noticias es más sencillo que encuentren interés en aprender. Más que si para
ellos Internet en el móvil se convierte en sinónimo de tener perfiles de redes
sociales que en principio les resultan ajenos.
Otro de los consejos más básicos
es empezar con algo sencillo y manejable. Por mucha utilidad que tengan algunos
servicios y dispositivos, tal vez haya que dejarlos más adelante si su
funcionamiento es más complejo que otros con los que es más fácil iniciarse.
Acercar la tecnología a la
tercera edad pasa, como con todo el mundo, por moverse en ámbitos que
despierten interés. Para motivar a cualquier persona a hacer algo es necesario
encontrar temáticas que le gusten. Será fácil convencer a alguien que le gusta
estar enterado de los resultados de fútbol para que use su smartphone si
descubre que con tocar un par de veces la pantalla aparecen.
Tan importante para la motivación
es despertar el interés como constatar los progresos propios. Ir poco a poco,
con paciencia, y poniendo de mérito los éxitos conseguidos animan a los alumnos
a no desesperarse y abandonar la práctica.
Facilitar las cosas
En lo que se refiere a las
cuestiones que tienen que ver con ciertas limitaciones físicas, uno de los
problemas que suele haber es la falta de visión. Para compensar esto se puede
aumentar el tamaño del texto en las aplicaciones, tanto si hablamos de un
smartphone como de un ordenador. Subir el nivel de brillo de la pantalla es
otra de las cosas que se pueden hacer para que el contenido se despliegue de
forma más clara.
Con un smartphone se puede buscar
un ‘launcher’ para que agrande los iconos. Uno de los más conocidos en Android
es Wiser, que tiende una capa sobre el sistema operativo para que sea más
sencillo ver las aplicaciones o marcar los números.
No olvidar la seguridad (Esto es
sin duda uno de los puntos más importantes)
Concienciar sobre seguridad
informática es uno de los aspectos básicos que se debe tener en cuenta. Resulta
necesario enseñar a las personas mayores a que no caigan en estafas por pinchar
en enlaces sospechosos que les llegan al correo o a través de redes sociales ni
por descargar archivos dudosos. Y las contraseñas, por supuesto, que sean
seguras y no repetidas.
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