Intel crea la 'realidad fusionada'

Intel estrenará el próximo año el denominado Proyecto Alloy, una iniciativa con la que el fabricante de microchips pretende conectar el mundo real con el universo virtual. Se trata de un nuevo concepto: la realidad unificada o fusionada, que permitirá un amplio espectro de aplicaciones más allá del ocio. 

El mercado se pregunta si no estaremos yendo demasiado lejos con la realidad virtual. De hecho, no hay empresa tecnológica que no tenga la mirada puesta en esta nueva forma de acercarnos a lo que nos rodea y disfrutar de contenidos de vídeo e imagen en 360 grados. El listado es largo: Oculos, Samsung, Sony, LG, HTC, Huawei, Microsoft, Nokia, Ericsson, Facebook, Google... y las que llegarán. Hasta el momento, se ha demostrado que la experiencia inmersiva atrapa a los usuarios: no hay más que ver las colas que se forman en las ferias cuando un expositor incluye una demostración de esta tecnología.

Sin embargo, es cierto que habrá ocasiones en las que nos apetezca o interese enfrascarnos en un mundo paralelo totalmente inventado, sobre todo si pensamos en videojuegos, cine o animación. En este contexto, las VR Playstation de Sony -que salen a la venta en octubre- tienen un posicionamiento muy claro, pensando en los 40 millones de jugones que ya han comprado la PS4. Sin embargo, si queremos que la realidad virtual tenga vida más allá de esas experiencias inmersivas, igual es necesario empezar a manejar otro concepto: el de la realidad fusionada (merged reality).


Mundo sin barreras


¿Qué entendemos por realidad fusionada? "Se trata de mezclar el mundo real con el virtual, multiplicando las posibilidades de lo que podremos vivir en 360 grados", explica el consejero delegado de Intel, Brian Krzanick. Lo hizo días atrás, en el Intel Developer Forum celebrado en San Francisco. Ante más de 6.000 desarrolladores, analistas y periodistas, Krzanich sacó pecho presentando el proyecto Alloy, una plataforma abierta creada desde cero que pondrá a disposición de los desarrolladores a mediados de 2017.

Gracias a las cámaras Intel RealSense que el casco lleva incorporadas, no necesitaremos instalar sensores o cámaras por la habitación. Podremos compaginar ambos mundos, eliminar cualquier barrera entre ellos, multiplicando las posibilidades -muchas de ellas aún por descubrir e inventar- de esta emergente tecnología. Todo eso es la realidad fusionada.

Durante la presentación del prototipo, Krzanich no dudó en compararlo con la propuesta de realidad virtual más elogiosa del momento, Vive de HTC. Sosteniendo uno de ellos, despreció que necesite sensores de situación para marcar el territorio y un mando para cada una de las manos, aparte de las consabidas gafas. "Demasiado aparatoso", se le oyó decir.

Alloy presume de ser un todo en uno. Habrá que esperar a la segunda mitad del próximo año, cuando Intel ofrecerá en abierto el hardware de Alloy y también API para el ecosistema. A partir de ahí, serán los desarrolladores los encargados de generar contenidos, ideas, y nuevos proyectos de realidad virtual con la estructura de Alloy.

El sistema reconocerá nuestras propias manos y a las personas que tengamos cerca y con las que necesitemos interactuar. También podremos ver barreras físicas de cada entorno, como las paredes, para evitar que choquemos. Así no perderemos de vista las referencias con el lugar en el que nos encontramos. Esta realidad unificada enlaza la realidad virtual con la real, así como con la aumentada del exitazo Pokémon Go.

El videojuego de Nintendo se ha convertido en todo un fenómeno de masas, en el tema de conversación del pasado verano y en la nueva afición de pequeños y mayores. "¿Habrá por aquí algún Pokémon?", oíamos decir mientras recorríamos cualquier lugar turístico. Su principal baza ha sido esa capacidad para introducir elementos irreales en la realidad. En este caso eran las extrañas figuritas de Pikachu y compañía. Pero esa misma tecnología de realidad unificada puede ayudar a un profesor en un aula a explicar a sus alumnos los diferentes hábitats, cómo funcionan determinadas máquinas, observar esculturas o monumentos...



Infinitas posibilidades


También en la medicina un doctor podrá mostrar mejor a sus pacientes con recreaciones la intervención a la que va a ser sometido... Esos mismos doctores podrán -a través de esta nueva realidad unificada- ayudar a otros colegas a distancia en operaciones... Un ingeniero será capaz también de dirigir un proyecto a miles de kilómetros ajustándose unas gafas que le trasladen en tiempo real a la obra... O incluso un operario podría controlar una maquinaria a distancia...

Las posibilidades de combinar ambos mundos, el real y el virtual, a través de la tecnología, se multiplicarán a medida que avance su desarrollo. También en el campo de las videoconferencias puede vivir una nueva revolución. Las reuniones serán tan reales que solo nos faltará poder estrechar la mano al interlocutor, que aparecerá en forma de holograma.

La reformulación de la realidad virtual que hace Intel no está lejos del proyecto en el que trabaja Microsoft. El gigante de Redmond ya anunció que sus gafas se apoyan en la holografía, con esa idea de combinar lo real con lo virtual y hacer compatibles ambos mundos en múltiples tareas.


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